La startup californiana Science Corp. ha presentado resultados muy esperanzadores con su prótesis ocular PRIMA: varios pacientes con pérdida visual severa han vuelto a leer letras, palabras e incluso páginas completas, recuperando actividades que habían perdido años atrás. Los datos acaban de publicarse en The New England Journal of Medicine
La startup californiana Science Corp. ha anunciado resultados muy esperanzadores con su prótesis ocular PRIMA. Varios pacientes con pérdida visual severa han podido leer letras, números, palabras y hasta páginas completas de un libro, recuperando actividades que habían perdido años atrás. Los datos se han publicado en la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine.
El consejero delegado de la compañía, Max Hodak —ingeniero biomédico y cofundador de Neuralink— ha presentado los avances durante el Web Summit en Lisboa:
“Poder leer una letra es un punto de partida. Ver palabras completas o seguir una línea ya es otra cosa”, explica con cautela, pero también con ilusión.
¿Cómo funciona PRIMA?
PRIMA es un microchip ultrafino que se implanta bajo la retina. Está diseñado para personas que han perdido la función de los fotorreceptores. El chip recibe una señal visual proyectada desde unas gafas especiales y la convierte en impulsos eléctricos que estimulan las capas internas de la retina, permitiendo distinguir letras y contornos.
Aunque no devuelve una visión natural, sí abre una ventana funcional que mejora la autonomía: orientarse, identificar formas y volver a leer son pasos muy significativos para quienes han sufrido un deterioro visual progresivo.
Avances en seguridad y selección de perfiles
El estudio incluye a voluntarios con distrofias hereditarias de la retina, como la retinosis pigmentaria. Hodak destaca que en los últimos años se ha progresado mucho en seguridad quirúrgica y en la integración del implante.
“Estamos aprendiendo qué perfiles de paciente se benefician más y cómo ajustar los parámetros del chip en función de la respuesta visual”, señala.
Desafíos por delante
El proyecto debe ahora demostrar que estas mejoras se mantienen en el tiempo, que pueden reproducirse en más pacientes y que el dispositivo puede escalar a nivel industrial. Esto incluye superar los procesos regulatorios necesarios antes de su llegada al mercado.
Pese a estos retos, la comunidad científica muestra un renovado interés en las prótesis visuales, un campo que durante años había cedido protagonismo a la terapia génica y la optogenética.
Una mejora que cambia vidas
Hodak evita los grandes titulares, pero no oculta la satisfacción de ver impacto real en el día a día:
“Uno de los pacientes me dijo que había vuelto a hacer crucigramas. Ese tipo de cosas te recuerdan para quién trabajas”.
Fuentes
Enlace a la noticia en El País:
https://elpais.com/tecnologia/2025-12-01/max-hodak-los-pacientes-pasan-de-estar-casi-ciegos-a-poder-leer-cada-letra-y-hacer-crucigramas.html
Enlace a la publicación científica (inglés):
https://science.xyz/news/new-england-journal-of-medicine-prima
