El trasplante de fotorreceptores llega para curar la degeneración macular

El trasplante de conos representa una solución terapéutica para patologías de la retina causadas por la degeneración de las células fotorreceptoras


Fuente: Diario ABC – 6-10-2015

Por fin parece que algunas personas con degeneración  macular asociada a la edad (DMAE) podrían ser tratadas mediante el trasplante de fotorreceptores producidos gracias a células madre embrionarias diferenciadas. La buena noticia la acaba de presentar el equipo del profesor de la Universidad de Montreal (Canadá), Gilbert Bernier, y podría ser la solución a una de las mayores causa de ceguera en el mundo.

En concreto Bernier y su grupo del Hospital Maisonneuve-Rosemont han desarrollado una eficaz técnica 'in vitro' para producir células de la retina sensibles a la luz a partir de células madre embrionarias humanas. «Nuestro método tiene la capacidad de diferenciar el 80% de las células madre en conos puros [células necesarias para poder ver]», explica Gilbert. En su trabajo, los investigadores vieron a los 45 días que los conos desarrollados fabricaron de forma espontánea tejido retiniano de 150 micras de espesor hicieron. «Nunca se había logrado hasta ahora».

El equipo de Bernier ha trabajado en ratones sanos a los que se inyectó racimos de células retinianas en sus ojos. De esta forma, vieron que los fotorreceptores trasplantados migraron de forma natural a la retina del animal. Según Bernier, el «trasplante de conos representa una solución terapéutica para patologías de la retina causadas por la degeneración de las células fotorreceptoras».


Principal problema

Pero el principipal problema hasta la fecha ha sido obtener grandes cantidades de conos humanos. La solución a este problema la publica en la revista «Development» y supone una esperanza para que los tratamientos para enfermedades degenerativas que actualmente no son curables puedan ser tratadas con eficacia, como la enfermedad de Stargardt y la DMAE.

Durante años hemos estando tratando de resolver este problema. Y ahora, comenta, «gracias a nuestra propuesta simple y efectiva, cualquier laboratorio del mundo podrá crear grandades cantidades de fotoreceptores. Y aunque todavía hay un largo camino por recorrer antes de iniciar los ensayos clínicos, en teoría, en el futuro podríamos tratar un sinnúmero de pacientes».

Los hallazgos resultan especialmente importantes para mejorar la esperanza de vida de los pacientes con DMAE, la mayor causa de ceguera entre las personas mayores de 50 y afecta a millones de personas en todo el mundo. Y a medida que envejecemos, es más y más difícil de evitar. Las personas con DMAE van perdiento poco a poco la percepción de los colores y de los detalles hasta tal punto que ya no pueden leer, escribir, ver la televisión o incluso reconocer una cara.

La DMAE se produce por la degeneración de la mácula, que es la parte central de la retina que permite la mayoría de la visión. Dicha degeneración está causada por la destrucción de los conos y las células del epitelio pigmentario de la retina (RPE), un tejido responsable de la reparación de las células visuales en la retina y la eliminación de las células ya desgastadas. Sin embargo, este proceso de reparación se hace menos eficiente a medida que envejecemos, y el mantenimiento del epitelio pigmentario de la retina es cada vez menos eficaz y se van acumulando residuos formando depósitos  Se sabe, explica el investigador, que es bastante sencillo diferenciar las células del EPR es bastante fácil. Pero el problema, añade, «radica en que para llevar a cabo una terapia completa necesitamos tejido neuronal que asocia todas las células del EPR a los conos. Esto es mucho más complejo».

Gracias a sus investigaciones en los genes que codifican y permiten la inducción de la retina durante el desarrollo embrionario, Bernier llegó a la conclusión de que existe una molécula natural cuya función es forzar a las células madre embrionarias a convertirse en los conos. Y la proteína misteriosa es COCO, una molécula humana de 'recombinación' que normalmente se expresa dentro de los fotorreceptores durante su desarrollo.

Su trabajo en el Hospital Maisonneuve-Rosemont ha permitido aislar la molécula y determinar que, para crear conos, COCO puede bloquear sistemáticamente todas las vías de señalización que conducen a la diferenciación de las otras células de la retina en el ojo. De esta forma, añade Bernier, se han podido producir fotorreceptores de fotos y, más específicamente, los investigadores han fabricado S-conos, que son prototipos de fotorreceptores que se encuentran de hecho en los organismos más primitivos.

Los hallazgos de Bernier podrían permitir el tratamiento de las enfermedades degenerativas de la retina humana mediante el uso de células madre pluripotentes inducidas.

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